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WARGAMES FUTURISTAS: RECREANDO CONFLICTOS MILITARES EN OTROS PLANETAS Y UNIVERSOS
Los «wargames« o juegos de guerra recrean conflictos militares a distintas escalas, desde grandes batallas a escaramuzas que suceden en contextos futuristas, de fantasía, o históricos. Del mismo modo, también existen muchos formatos para este tipo de juegos: de miniaturas, de tablero… e incluso videojuegos.
Por el nombre puede parecer que buscan entrenarnos para ser el próximo golpista mozambiqueño, nada más lejos de la realidad. Aunque para muchos resulte un asunto banal hay que especificar que no existe ningún tipo de fomento de la violencia en este tipo de juegos, si no lo tienes claro, piensa en precursores de este género que también inciden en la estrategia militar como pueden ser el Go o el Ajedrez.
Nosotros vamos a centrarnos en wargames de miniaturas -francamente, nos encantan-. Los wargames de este tipo aportan una enorme diversidad al hobby: desde el pintado de miniaturas a la lectura del trasfondo, pasando por el juego en sí mismo. Hay quien disfruta de uno o más aspectos de los citados, otros de todos a la vez; la experiencia puede ser muy enriquecedora y es adaptable a multitud de perfiles.
En los wargames de miniaturas, generalmente, hay distintas facciones escogibles con una serie de peculiaridades. Estas facciones o ejércitos están integrados por unidades que cuentan con estadísticas propias que nos ayudarán a la hora de utilizarlas en el juego y que reflejan su capacidad a la hora de realizar una determinada acción (como «movimiento», o «disparo»).
Para jugar elaboramos nuestra «lista de ejército» acordando con el jugador rival previamente a cuántos puntos y con qué limitaciones queremos jugar dependiendo de la plataforma que estemos utilizando. Esto se traduce en que antes siquiera de desplegar las miniaturas, hay un gran componente estratégico en la elaboración de las listas y en la forma en la que seleccionamos nuestras unidades; también quiere decir que existe mucha variedad y que se propicia por tanto el coleccionismo.
Por su parte, los wargames futuristas nos sitúan, como su nombre indica, en un futuro imaginario con características más o menos realistas o épicas en función del contexto particular de cada juego.
Como punto de partida se percibe que el telón de fondo de este tipo de juegos puede tener una gran riqueza, tanta como sus creadores hayan decidido dotarle: razas extraterrestres provenientes de otros universos, equipos y armas nunca antes imaginados, conflictos interplanetarios…etc.
La mecánica de todos estos juegos varía notablemente de una plataforma a otra, incluso el objetivo de la partida, que puede ir sencillamente desde aniquilar a las tropas rivales a realizar una serie de objetivos que nos otorgarán la victoria. El grado de complejidad de las reglas también es muy variable.
Con tantas posibilidades, lo mejor es inicar nuestro TOP WARGAMES FUTURISTAS.
¿EN QUÉ JUEGO DE MESA «WARGAME» FUTURISTA DEBO INICIARME?
INFINITY
Infinity posee una gama de miniaturas exquisita de 32mm (antes 28, la han ido aumentando progresivamente y ganando en calidad y detalle) mediante la cual simularemos escaramuzas con 10-15 miniaturas por bando salvo ciertas excepciones que pueden desplegar más.
El trasfondo de Infinity es muy rico, unos 175 años en el futuro hemos alcanzado las estrellas y unas agrupaciones de naciones se han repartido los sistemas estelares habitables. Las confrontaciones, según nos es narrado, existen por los mismos motivos y casi con más frecuencia que antaño, solo que a una escala mucho menor, con gran cantidad de operaciones encubiertas y tropas altamente especializadas.
Actualmente hay ocho facciones muy bien diferenciadas: humanos más y menos tecnificados, ejércitos que destacan en el camuflaje y el sigilo frente a otros que lo hacen en infanterías pesadas y TAG’s (una especie de armaduras servopotenciadas), pero también varias razas extraterrestres…
Una agrupación de estas razas alienígena supremacista pretende poco menos que aniquilar a la humanidad, la otra que bajo una apariencia amigable se dedica a «exaltar» otras razas -dotarlas de raciocinio desarrollando su evolución- pero subyugándolas a la obediencia genéticamente al mismo tiempo. Como véis, hay facciones para todos los gustos, tanto estética como trasfondíticamente y a nivel de reglas.
Al margen de las miniaturas de gran calidad, con cierta estética manga pero de proporciones realistas. Infinity destaca por ser quizás el wargame más dinámico actualmente. En gran medida gracias a su mecánica de «ORA’s», mediante el cual cuando una miniatura se encuentra en línea de tiro con otra que está realizando una acción, puede actuar automáticament durante el turno enemigo.
De este modo no existen «paseos» mientras el enemigo nos mira ni espera durante turno ajeno. Cada movimiento es muy medido y se van buscando las coberturas y las protecciones del terreno -imprescindible durante las partidas-, ya que además existe una altísima tasa de mortalidad para nuestras minis.
Otro punto a favor es que no existen los «super-héroes inmatables» de otras plataformas. Hay perfiles durísimos para algunas miniaturas, sí; pero todos tienen su contrapartida. Por ejemplo disparando con un fusil a un TAG es bastante improbable que conseguir algo más que frustración, pero por contra si le disparo con un Lanzamisiles… bueno, os podéis imaginar, trocitos metálicos por todas partes.
El punto flaco de esta plataforma tiene que ver también con la otra cara de la moneda de su bondad: la enorme profunidad de posibilidades, tácticas y reglas que conlleva un compendio de reglas bastante… aparatoso. No obstante, es cierto que es un aspecto bastante mitigado por sus creadores al proporcionarnos, gratis: reglas de inicio, las reglas completas (sí, has leído bien), una especia de «wikipedia» en la que consultar cualquier regla en el acto online… y un «army» para elaborar listas. Por cierto, ¡es una creación española!
El objetivo del juego varía notablemente entre partidas, ya que disponemos de un gran abanico de misiones para jugar que continuamente van retoándose y ampliándose, por lo que no existe nada similar a las «listas de ejército clónicas» que afearon la experiencia en otras plataformas. Además es un juego notablemente equilibrado.
Las partidas entre jugadores experimentados suelen rondar la hora y media, aproximadamente. Es un juego difícil de aprender para novatos que requiere entrega y empezar poquito a poco… por lo demás, es realmente gratificante y existe amplia y sana comunidad en España.
Si quieres empezar con este juego, te recomendamos cualquiera de las cajas de inicio (bien de dos facciones como Icestorm o Red Veil para compartir con un amigo), o bien lo starters que se venden de forma aislada. No es un juego barato per se, aunque sí termina siéndolo en comparación con otras plataformas teniendo en cuenta todo el contenido ofrecido gratis y las pocas miniaturas necesarias para jugar.
Puedes comprar Infinity con gran descuento en el siguiente enlace:
DROPZONE COMMANDER
Con un planteamiento radicalmente opuesto al caso anterior, Dropzone Commander es un juego de batallas masivas y para reflejarlo con comodidad usa una escala de 10mm.
Su ambientación nos traslada al año 2700, donde una raza alien denominada Scourge ha invadido a la humanidad, que lleva luchando por sobrevivir más de 170 años. Los humanos fuimos expulsados de nuestro propio planeta teniendo que fundar colonias para sobrevivir, pero una vez recuperados y con la tecnología necesaria desarrollada, hemos decidido afrontar la reconquista.
En este juego los transportes son imprescindibles, mucho más que los combates en sí, no empiezan en la mesa de juego y nos posibilitarán a posteriori hacer inserciones rápidas.
Las miniaturas se van alternando de un jugador a otro y cada tipo de unidad juega un rol vital: por ejemplo la infantería en campo abierto es carne de cañón, pero es imprescindible para tomar objetivos en edificios y ganar la partida. No existe la masificación de unidades, para ganar requerimos listas compensadas con distintos tipos de tropa, o ciertamente podremos pasarlo mal durante el transcurso de la partida.
Existen cuatro razas: humanos «básicos», la raza malvada que hablamos anteriormente con un rollo orgánico similar a los Zerg, los humanos tecnificados que huyeron de la tierra, otra raza alienígena un tanto élfica que es muy móvil pero extremadamente frágil, y la resistencia humana que quedó en la tierra… un poco en plan Mad Max.
Las miniaturas, incluso teniendo en cuenta su escala, son especialmente bonitas. Las reglas y la mecánica por otra parte son bastante sencillas, pero muy sólidas. No es de extrañar que Dropzone Commander se esté abriendo paso en la escena de los wargames. La única pega es que quizás las miniaturas son bastante caras para la escala en cuestión.
Las partidas duran cerca de 1,5 ó 2 horas. Aunque la activación alterna facilita que sean partidas dinámicas y amenas. Para empezar el juego dispone también de jugosos starters que te harán ahorrar un dinero.
Si deseas iniciarte en Dropzone Commander, aquí puedes comprarlo a excelentes precios:
WARHAMMER 40.000
Si no conoces Warhammer (Fantasy o 40K), probablemente has vivido en otra galaxia.
Warhammer 40.000 se ambienta en un futuro distópico que se entremezcla con matices de fantasía épica. Se trata de un juego con mucha solera (data de 1987) y con una cantidad ingente de jugadores por todo el globo.
Nos hallamos en el cuadragésimo primer milenio, donde guerrean un imperio humano totalitario, razas brutales como los orkos, eldars (similares a elfos), demonios y otros.
La parte más positiva de Warhammer 40.000 es precisamente su bagaje, concetos estéticos muy asentados, novelas, videojuegos… realmente estamos ante una obra muy rica que trasciende del propio Wargame. La parte negativa, por el contrario, también viene de este aspecto.
Y es que no son pocos los jugadores que se han ido bajando del barco cansados de ciertas políticas de la empresa multinacional que lo produce, de que tengas que comprar un gran compendio para jugar (cada raza tiene su propio libro de reglas, por ejemplo), o atraídos por nuevas mecánicas más novedosas y ágiles… a fin de cuentas, el tiempo no pasa en balde para nadie.
Un punto negativo de la mecánica es por ejemplo es la larga espera en turnos alternos, ya que cada jugador realiza todas las fases y acciones de su ejército antes de que el rival pueda hacer lo propio, y así sucesivamente. Las partidas duran entre 2 y 3 horas… dependiendo de lo avezados que sean los jugadores y de los puntos a los que decidan jugar.
Con todo, cometeríamos un grandísimo error menospreciando a este gigante, que sin duda alguna ha sabido adaptarse a los tiempos y sigue vivito y coleando después de décadas, lo cual es sin duda alguna un verdadero hito. Poca gente no ha visto o no sabe lo que es un marine espacial en el mundillo. Por algo será.
Las miniaturas tienen un aspecto neogótico, y a diferencia de Infinity, por ejemplo, poseen unas proporciones épicas que no buscan el realismo en ningún caso. Por otra parte refleja batallas a una escala mucho mayor, con vehículos y bichos verdaderamente alucinantes sobre la mesa.
A algunos ese aspecto, acostumbrados a las escaramuzas, les resulta farragoso… deplegar y mover todas esas miniaturas lleva su tiempo, para otros es un elemento muy estimulante, especialmente si se trata de miniaturas pintadas y con un buen acabado; lo cierto es que un ejército completo sobre la mesa resulta bastante espectacular.
Si estás empezando o deseas comenzar con este exitoso juego, recomendamos como en casos anteriores y aunque suene muy recurrente invertir con cabeza. Las cajas de inicio suelen ser los mejores productos en calidad/precio.
Puedes comprar Warhammer 40.000 con buenos descuentos aquí:
XWING
Xwing es un juego de miniaturas basado en el universo de Star Wars de combates espaciales.
En este caso, podríamos decir que es un juego a caballo entre los juegos de mesa convencionales y los wargames de miniaturas, las partidas son cortas, las reglas sencillas y con cierto aire «arcade» y las miniaturas de nuestras naves se compran prepintadas.
El juego nos sumerge en plena guerra civil enfrentando a la Alianza Rebelde contra el malvado Imperio Galáctico. Nuestras naves realizarán diversos tipo de maniobras para eliminar a las rivales al más puro estilo Lucke Skywalker, con una duración media por partida dura unos 45 minutos.
Existe una caja básica muy recomendable para comprar con algún amigo que ya incluye reglamento, cartas, dados… etc. Las miniaturas son de un plástico ligeramente blando que lleva a que algunas partes puedan doblarse… pero sin embargo ello evita posibles roturas. El pintado de ellas es… decente, aunque uno siempre puede repintarlas si desea un acabado mejor.
El sistema de combate está bastante conseguido y es muy dinámico, cada nave cuenta con un selector de maniobra en el que fijaremos qué movimiento va a realizar. Es decir, hay un componente de incertidumbre, ya que debemos decidir qué maniobras realizar sin conocer cuáles llevará a cabo el rival.
Por tanto, no es raro que esa nave a la que deseábamos atacar haga un movimiento imprevisto y salga de nuestro arco o distancia de fuego. Parece bastante más realista que la secuencia de otros juegos de esperar a ver lo que hace el rival y decidir, aunque cuando quedan pocas naves puede ser un poco frustrante.
Uno de los «peros» que suelen ponerle al juego es que, siendo las maniobras de movimiento tan decisivas y habiendo mediciones que no quedan del todo claras con las plantillas… un jugador «malicioso» puede aprovecharse de esta situación y tensar la partida. Además por mucha estrategia que planteemos la incertidumbre antes mencionada no deja de conferirle un gran componente de azar.
La gran sama de la saga, su dinámica trepidante y el proponer un wargame prácticamente «plug & play» que se diría, está haciendo que Xwing coseche muchos adeptos.
Si quieres probarlo, seas o no fan de Star Wars, puedes adquirirlo en el siguiente enlace:
SI PREFIERES ECHAR UN OJO A OTRO TIPO DE JUEGOS DE MESA, VISITA EL RESTO DE NUESTRAS SECCIONES:
- Juegos temáticos o “Ameritrash”. Juegos de tablero temáticos con muchas ambientaciones que te permitirán una experiencia muy inmersiva.
- Juegos “Eurogames”. Juegos de tablero (a veces también con miniaturas), que maximizan la estrategia.
- Juegos “festivos” y familiares. Para veladas desenfadadas, enganchar a tus amigos poco avezados en el mundillo, o para jugar con los más peques.
- Juegos de cartas. LGC, deck buildings y otros… para los amantes de este tipo de juegos.
- Juegos clásicos. Distintos tipos, diferentes épocas, un denominador común: siguen en liza… ¿no quieres saber por qué?
- Juegos de zombies. Si eres de los apasionados de las pelis gore con sangre a raudales y cadáveres que buscan tu cerebro… es tu sección.
- Wargames de fantasía. Juegos wargame de miniaturas pero ambientados en una época épica medieval.
- Wargames de recreación histórica. Para tomar parte de los grandes conflictos bélicos de la historia… aunque sea por un momento y sin peligro alguno.